sábado, 12 de febrero de 2011

Matar un ruiseñor, de Harper Lee

Scout y Jem son dos hermanos (chica y chico) que perdieron a su madre cuando tenían dos y ocho años respectivamente. Desde entonces fueron educados por Atticus, su padre, abogado de prestigio. Viven en Maycomb (Alabama) en los años que siguieron a la Gran Depresión. Su vida transcurre alegremente entre jornadas de escuela y ratos de juego en el patio trasero de su casa. Pero un acontecimiento transformará totalmente sus vidas: su padre ha asumido la defensa de un muchacho negro acusado de haber abusado de una chica blanca, y eso en Maycomb, dominada por prejuicios racistas, es imperdonable. En esta gran novela —To Kill a Hockingbird en el original—, que le sirvió a Harper Lee para ganar el Premio Pulitzer en 1960, la autora nos ofrece un ejemplo de integridad y valentía, mostrando con nitidez lo que significa educar y ser padre. Gregory Peck se enamoró de ella, compró los derechos y la llevó al cine, constituyendo todo un éxito y llevándose un Óscar. Pero de la película os hablaré otro día.

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